lunes, 6 de octubre de 2014

Sobre "Una habitación propia". O Virginia Woolf y yo.


Stamps of Romania. Wikipedia.


En 1929 la escritora inglesa Virginia Woolf escribió su obra "Una habitación propia". En este texto se planteó una reflexión en torno a la mujer y la literatura, en específico a la imagen que tenía la mujer de su época ante cualquier actividad intelectual, y a las condiciones propicias para que ésta pudiese escribir. Así, Woolf diría:


"Cuanto podía ofreceros era una 
opinión sobre un punto sin demasiada importancia: que una mujer debe tener 
dinero y una habitación propia para poder escribir novelas; y esto, como veis, 
deja sin resolver el gran problema de la verdadera naturaleza de la mujer y la 
verdadera naturaleza de la novela. He faltado a mi deber de llegar a una 
conclusión acerca de estas dos cuestiones; las mujeres y la novela siguen siendo, 
en lo que a mí respecta, problemas sin resolver."

Woolf, Virginia. Una habitación propia. 1929. P. 6

Esta obra, como todas las obras, es a fin de cuentas una muestra de un contexto histórico determinado: Inglaterra a inicios del Siglo XX. Las condiciones que menciona hablan claramente de mujeres de clase media-alta, caucásicas, anglosajonas (como son sus ejemplos: Las hermanas Brönte, Jane Austen, etc.). Sin embargo, sus líneas apelan a algo mayor: la búsqueda de la independencia de la mujer, tanto físicamente como a nivel económico; Woolf llama a su emancipación de la figura paterna, patriarcal del hombre, tanto en el día a día como en el ámbito específico de la literatura.


Virginia Woolf's bed at Monk's House. Wikipedia.

Ahora bien, estoy escribiendo esta nota en la madrugada de Octubre de 2014: Han pasado exactamente 85 años desde que fue escrita "Una habitación propia", pero considero que esta obra sigue siendo tan actual y relevante como en el momento de su publicación. Si bien es cierto que la "mujer" ahora goza de mayor libertad en el campo de la escritura, e incluso puede tener un gran éxito (como en el caso de J.K. Rowling), la batalla por los derechos y la libertad de la mujer es continua. 

En estos tiempos podemos encontrar herramientas de fácil acceso (aunque no para toda la población) para la libre expresión, herramientas inimaginables en la época de Virginia Woolf. El Internet aparece como un espacio fundamental, que es fundamentalmente un campo de lucha, en el cual los subalternos pueden reunirse, difundir sus mensajes, educarse y crecer como comunidad. 

Esa es la razón de este blog, podría decirse, de forma un tanto atrevida, que aquí se encuentra una habitación propia, en la cual intento exorcizar todo aquello que me mueve: donde confluyen libremente mis pasiones, sin grandes pretensiones académicas, ni fama ni fortuna. Así que, para concluir, me dirijo a quien quiera que lea estas líneas, para que las aprecie, las piense y guarde dentro de sí, y comente libremente, siempre de forma respetuosa y constructiva.

Mefistófeles  Bru.

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